"Teoría sobre una ausencia y los lectores cómplices" por el Maestro Manlio Argueta
Conocí a Diego Echegoyen por uno de sus exitosos libros que promovió y editó en la serie titulada: El país que viene; pero esta vez quiero referirme a otra faceta de este autor, ahora como creativo en el género más complicado que existe, como es el caso de su novela: Teoría sobre una ausencia. De modo que después de promover iniciativas de la vida real tan necesaria para nuestro desarrollo, Diego Echegoyen escribe una obra de ficción, donde se requiere abordar otra realidad imaginativa, creativa desde el punto de vista del manejo de la palabra y las emociones, para lo cual se necesita “vivir otras vidas, además de inventárselas” (La loca de la casa, Rosa Montero). Diego logra ambas cosas en esta novela primigenia en su labor literaria. Obra propia para un lector que considera el libro como disfrute, pero también como complicación, como lo exigía el gran novelista Julio Cortázar.
Por supuesto que como novela debe construir una trama y, de ser posible, en enmarcaciones inéditas. En este caso, Diego la desarrolla en un pueblecito escondido de Kentucky, donde transcurre la trama humana propia del género de la novela negra, que pese a desarrollarse en los Estados Unidos, está presente en El Salvador. Así, dos de las mujeres son personajes principales, una, Cristina, salvadoreña, de familia acaudalada; otra, Marta Suster, norteamericana, de origen modesto, pero unidas en firme amistad por haber sido compañeras de estudios, aunque sus relaciones habían sido muy esporádicas los últimos años.
El proceso social trágico de la salvadoreña hace emigrar a Cristina a Canadá, embarazada de quien será su hijo Steve; decisión que toma luego del secuestro y asesinato de su marido en tiempos de la guerra civil. Viven en ciudades distantes del norte, pero la fuerza de su amistad pasada las hace reestablecer el vínculo que crearon en su juventud.
Cristina padece un cáncer y no quiere dejar que su hijo Steve vaya a radicarse a El Salvador, pese a desacuerdos de su familia residente en ese país. La madre teme que Steve corra peligro en un país que ya no es el suyo, de riesgos seguros. La madre confía a su hijo en su amiga, ambas pese a vivir en diferentes países de Norteamérica han sostenido relación epistolar. Pero también Marta ha sufrido su tragedia en McKee: la muerte de su marido William.
Alrededor de estos personajes se desarrolla la novela negra que tiene como centro el asesinato de Marta y la muerte de su marido William. ¿Por qué llega el crimen a ese pueblo de aserraderos y de gente tranquila? Es lo que va desmadejando el novelista, para lo cual exige una lectura razonada que la hace merecedora de una y más lecturas, para descubrir las varias intrigas o enigmas de esas muertes, donde aparecen otros personajes inesperados unidos directa o indirectamente con la trama, donde, por otra parte, pese a desarrollarse en Kentucky, El Salvador está presente como expresión de su cultura migratoria. Aunque este no es el tema principal.
Teoría sobre una ausencia es una obra novedosa de la época global que vivimos, nos hace descubrir nuevas facetas de la literatura salvadoreña acorde con una absorción cultural de universalidad, porque la historia del país nos ha hecho adaptarnos a otros ámbitos geográficos. Y aunque hay un narrador protagonista, el autor sabe desligarse de sus personajes, no se confunde con la trama y tampoco trata de llevarnos de la mano hacia las revelaciones finales. Deja libres a sus personajes como debe ser en una novela que crea otra realidad. Además, Diego Echegoyen plantea al lector un afán de descubrir los enigmas que, paso a paso, nos va planteando la obra. Significa, como lo soñaba Cortázar crear a un lector cómplice. De ese modo, la narrativa no solo es el escritor y sus personajes, sino que debe involucrar al lector, quien debe hacer suya la novela.